Bienvenido Santo Padre :

No dejo de pensar en lo mucho que se podría hacer por África con tantos miles de euros que suponen este tipo de visitas a un país, pero también entiendo que soy Cristiana, con la Fe puesta en Dios para que nos haga cada día mejor, que el Santo Padre es quien le representa y que no deja de alegrarme lo que está suponiendo su visita a España especialmente por la juventud, gracias a Dios la Fe y creencia en Él no disminuye mientras nuestros jóvenes sigan apostando por la Iglesia Católica y Dios nuestro Señor. Pero también me gustaría que paralelamente se hicieran muchas más cosas por aquellos que sufren y mueren cada día de hambre. No sé como, ni quién pero ojalá alguien pueda solucionar tan terrible situación. Por el momento me quedo con estas palabras de Benedicto XVI entre otras muchas :

• Hay palabras que sólo sirven para entretener y pasan como el viento; otras instruyen la mente en algunos aspectos; las de Jesús, en cambio, han de llegar al corazón, arraigar en él y fraguar toda la vida. Sin esto se quedan vacías y se vuelven efímeras.
• Ante nuestras flaquezas, que a veces nos abruman, contamos también con la misericordia del Señor, siempre dispuesto a darnos de nuevo la mano y que nos ofrece el perdón en el Sacramento de la penitencia.
• Queridos jóvenes, escuchad de verdad las palabras del Señor para que sean en vosotros Espíritu y Vida, raíces que alimentan vuestro ser, pautas que nos asemejan a la persona de Cristo, siendo pobres de espíritu, hambrientos de justicia, misericordiosos, limpios de corazón, amantes de la paz. Hacedlo cada día con frecuencia, como se hace con el único Amigo que no defrauda y con el que queremos compartir el resto de la vida.
• Nuestra sociedad, en la que demasiado a menudo se pone en duda la dignidad inestimable de la vida, de cada vida, os necesita: vosotros contribuís decididamente a edificar la civilización del amor. Más aún, sois protagonistas de esta civilización, concluye el Papa su bellísimo discurso en San José..

Por el Santo Padre,

por los que sufren,

por todos los que dudan,

por nuestros jóvenes,

por todos en general:

Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum, adveniat regnum tuum, fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum cotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris, et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amén