Te disfruté de día con un sol resplandeciente, te disfruté de noche con una luna vigilante y luminosa, sentí el placer de tus olas y un vaivén, un movimiento alternativo en mi cuerpo. Contemplándote me quitabas penas, ansiedades, volvía a respirar sintiendo a la vez una suave brisa en mi rostro. Te debo muchos y muy buenos momentos, de adolescente recuerdo aquellas queimadas en la playa alrededor de un fuego y buenos amigos cantando al son de una guitarra, apurando hasta el último momento para llegar a tiempo a casa y no me regañaran. Y en mis vacaciones, cuanto disfrutaba....¡tantos recuerdos se me vienen a la mente..! Ahora ya no puedo disfrutar tu belleza como antes pero me conforma ver imágenes con el maravilloso sonido que provoca esa pequeña ola al romper en la orilla, son tantas sensaciones las que provocas que me resulta difícil agruparlas en unas pocas letras. Sueño tu inmensidad, tu olor, tu sonido, tu belleza y esa línea a lo lejos que parece dibujar donde está tu límite, jamás podré borrarlo de mi mente y si algún día puedo volver a sentirte seré la persona más feliz que nadie pueda imaginar, significará que vuelvo a confiar, a reír, a querer ser feliz sin esos problemas que me hacen estar lejos de ti, en definitiva a vivir..
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