domingo, 7 de septiembre de 2008

A mi Padre..




Pasaste por la vida como un gigante, sembraste dulzura, amor, fuiste amigo leal y admirable esposo, un padre cariñoso sin igual. Dejaste tristeza, soledad, recuerdos, amor en mi corazón, recuerdo al pie de tu fría cama de hospital como permanecías ausente en tu dolor por un coma que me impedía sentir tu amor. Me diste sabios consejos, me inculcaste Fe y en el semblante de tus ojos, espejos de un ser maravilloso que se resistía a irse de nuestro lado. Jamás te escuché una queja de nada, sufrías en silencio tu enfermedad, tu dolor. No fuiste una sombra que pasa por pasar, no fuiste alguien que no deja huella, pq la tuya dejó beneficios y frutos aportó. Lo bueno, lo bondadoso no muere jamás, perdura con esos frutos y el tiempo va abonando y en cada semilla renace su albor. Para mí no te has ido, estás simplemente dormido, a veces noto tu suave cercanía y hace que me sienta protegida con tu inmenso amor, para mí no te has ido, pq te sigo teniendo en mente y corazón. Te Quiero, te extraño y necesito cada día más..

3 De abríl.-

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