viernes, 8 de mayo de 2009

Vicente Ferrer..



Hospitalizado por una embolia Vicente Ferrer tuvo que ser hospitalizado en el sur de la India tras haber sufrido una embolia. Este gran hombre, fundador de la ONG que lleva su nombre sufrió el pasado 20 de marzo una embolia en la localidad sureña de Anantapur, epicentro de su acción humanitaria y fue trasladado a un hospital de la localidad de Vellore. Ferrer, que cumplió 89 años el 9 de abril ha respondido bien a las indicaciones de los médicos con lo que se encuentra haciendo rehabilitación, un tiempo que será largo y duro como así se comentó en su ámbito familiar. La Fundación Vicente Ferrer lleva a cabo una gran labor humanitaria en el estado sureño de Andhra y que beneficia a más de 2,5 millones de personas. El incansable y buen hombre Vicente Ferrer llegó como misionero jesuita en 1952 a la India de donde fue expulsado en 1968 tras las suspicacias que despertó su labor entre las autoridades indias y los radicales hindúes. Un año después volvió la entonces primera ministra, Indira Gandhi y ordenó personalmente que le concedieran visado, aunque tan sólo le permitieron continuar con su tarea filantrópica en el estado de Andhra. Abandonó la Compañía de Jesús y emprendió pronto una larga carrera de fondo en Anantapur para mejorar las condiciones de vida de comunidades desfavorecidas como los dalit o intocables, las mujeres, los niños y las personas con discapacidad. El trabajo de Vicente Ferrer también ha sido reconocido este año con un homenaje que contó con la presencia en Anantapur de la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, que le entregó la Gran Cruz del Mérito Civil. La Fundación cuenta ya con más de 150.000 colaboradores en España.


Carta de Anna Ferrer (su mujer) enviada desde Anantapur el 05/05/2009 a las 14:51.

Mis queridos amigos:

Hemos cumplido nuestra primera semana en casa. Tengo que decir que los primeros días fueron muy difíciles. Vicente todavía necesita muchos cuidados de enfermería y tuvimos que adaptar una habitación de nuestra casa para convertirla en un “semi-hospital”, al la vez que nos asegurábamos de que seguía siendo cálida y agradable. Todo esto nos llevó un tiempo. Aquí debo mencionar la excelente y afectuosa atención que Vicente recibe por parte del equipo de médicos y enfermeras procedentes de nuestros hospitales que se turnan para cuidar de él. También Vicente y yo estamos recibiendo mucho amor y apoyo de toda nuestra gran familia, tanto en Anantapur como en España, y la verdad es que nos está ayudando mucho.
Como muchos de vosotros habéis dicho en los mensajes, Vicente ha dedicado toda su vida a luchar por los demás, y ahora le toca lidiar su propia batalla. En el transcurso de su progreso, Vicente va teniendo muchos altibajos, y constantemente tenemos que tomar las medidas necesarias para prevenir y combatir las infecciones que pueden afectarlo a razón de su condición actual. A veces tiene un buen día, está más despierto y responde más con movimientos de cabeza y su mano, y tiene gestos especialmente afectuosos con sus hijos y nietos. Además, uno de estos días imprimimos algunos de los mensajes procedentes de España en letras muy grandes, y al mostrárselos se emocionó mucho e intentó leerlos.
Vicente está luchando y todos nosotros estamos luchando junto a él. Al fin creo que le corresponde a Dios decidir dónde Él siente que le necesita más. Después de todo, Vicente Ferrer es un gran hombre y se le necesita en todas partes. Dondequiera que esté se convierte en un lugar muy especial. Todos nosotros en la Fundación y todos vosotros sabemos que la mejor manera de ayudar a Vicente a recuperarse es haciendo lo que él quiere y lo que él espera –y que todos sabemos-: poner todas nuestras energías en asegurarnos de que cada familia que sufre es ayudada a tener una vida digna y mejor. Esperamos ansiosamente a la fisioterapeuta y a la logopeda que llegarán esta semana desde España. Y yo espero aún con más ansia el día en que los médicos nos digan que podemos quitarle la traqueotomía a Vicente y, entonces os mandaré un mensaje muy feliz. Mientras tanto, ahora tenemos que esperar pacientemente.

Un afectuoso abrazo,
Anna Ferrer.

"Mis mejores deseos con todo mi cariño y admiración para este gran hombre de humanidad increíble, pues contando con una avanzada edad aún tiene muchas y buenas cosas por hacer, personas como él NO deberían irse nunca"..

Carmen.-

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