Pasada una hora del día de la madre, te vengo a recordar a mi rincón Mamá. Sé que estarás muy bien al lado de Papá y que este día como cualquier otro estarás llena de amor y felicidad. Siento mucha tristeza de no tenerte a mi lado junto a Papá pero quizás este año sienta el día de la madre con un poco más de alegría al haber coincidido con la Beatificación de Juan Pablo II, a partir de ahora será un día mucho más especial para mí y toda la comunidad cristiana. Seguiré rezando por vosotros, por todos en general y por el Santo Padre. Os quiero mucho y estáis en mi pensamiento cada día al igual que en mi agotado corazón. Os pido que me ayudéis a seguir y levantarme cada día pues deseo volver a sentir y creer en todo lo que me rodea. Un beso con todo mi amor....
Santo Padre Juan Pablo II,
Gran pastor y misionero de la fe por todo el mundo.
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